Reforma de Inmigración

El presidente Bush apoya una exhaustiva reforma migratoria. Algunas de las propuestas incluye: resolver la condición de millones de inmigrantes ilegales que ya están en los Estados Unidos, alentar a los inmigrantes ilegales a adaptarse, trabajar para hacer las fronteras seguras, introducir un programa de trabajador huésped (guest worker program) temporal y penalizar a patronos que contratan inmigrantes ilegales. Bush también reconoce que para solucionar el problema de inmigración, todos estos temas deben ser tratados simultáneamente. Entonces ¿qué está haciendo la actual administración con el tema de incrementar la seguridad fronteriza? El fondo de seguridad fronteriza ha pasado de casi $5 billones en el 2001 a más de $10 billones en el 2007. El número de agentes de patrulla fronteriza pasó de 9,000 a casi 15,000 en el mismo período. Para finales del próximo año, habrá casi 18,000 agentes de patrulla fronteriza. Seis mil tropas de la Guardia Nacional han sido llamadas para ayudar temporalmente a la Patrulla Fronteriza con tareas como análisis de inteligencia y construir tapias y caminos de patrullaje. La infraestructura se está mejorando y la inversión en tecnología fronteriza de avanzada continúa. El aumento en camas de detención significa que en lugar de la política anterior utilizada de “capturar y dejar ir” por la escasez de camas, ahora más inmigrantes ilegales pueden ser detenidos. Más inmigrantes ilegales están siendo deportados (especialmente aquellos con pasados criminales) debido a un proceso de “expulsión expedita” más rápido. Además, ahora existe mayor cooperación para prevenir la inmigración ilegal entre autoridades locales y estatales y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés).

En cuanto a patronos que contratan inmigrantes ilegales, la administración Bush ha ido tras ellos con más agresividad. Aunque siempre han existido leyes que prohíben contratar inmigrantes ilegales, no se han cumplido consistentemente. Aquellos patronos procesados eran obligados a pagar una modesta multa que era considerado como un pequeño precio por pagar por hacer negocios y continuaban contratando inmigrantes ilegales. Sólo en el año anterior se realizaron cerca de 4,000 arrestos; siete veces más que en el 2002. Los fondos para las autoridades fueron doblados y se crearon fuerzas especiales para desmantelar las argollas criminales especializadas en falsificación de documentos. El DHS está analizando la introducción de una regulación “no-match” (no-concuerda), la cual haría que los patronos puedan saber si contratan diez o más empleados que han presentado información de Seguro Social incorrecta. También les recordaría que pueden ser declarados responsables por contratar a estos empleados. Otra posibilidad es introducir una tarjeta de identificación legal estandarizada para trabajadores extranjeros legales que muestre su condición legal para que los patronos los puedan identificar fácilmente. Cuando se trata de seguridad fronteriza, debe complementarse con un programa de trabajo temporal. Dicho programa permitiría que las compañías contraten legalmente los trabajadores que necesitan y reduciría la presión en la frontera. La Patrulla Fronteriza podría enfocarse en perseguir más traficantes de drogas, terroristas y otros criminales. El programa sería temporal y a los violadores se les negaría la oportunidad de llegar a ser residentes y ciudadanos permanentes. Además, se les daría prioridad a trabajadores americanos y cualquier trabajo que no ocupen estaría disponible para los trabajadores temporales. El número de trabajadores temporales sería determinado por el mercado.

Otro tema que hay que abordar es el de los inmigrantes ilegales que ya están en los Estados Unidos. Existen muchos inmigrantes ilegales que han vivido en el país por muchos años, trabajado duro, criado niños aquí y que pueden ser considerados “buenos residentes.” Según Bush, ellos deberían salir de la “sombra” y dárseles la oportunidad de no ser vistos despectivamente. Sin embargo, a los inmigrantes ilegales no se les debe otorgar automáticamente residencia permanente o amnistía, ya que no sería injusto con aquellos que han esperado pacientemente para obtener la residencia o ingresar a los Estados Unidos legalmente. Las personas que no han respetado los límites de estadía de sus visas deberán pagar una multa grande. A los inmigrantes ilegales que se les da la oportunidad de seguir el camino hacia la ciudadanía deberán aprender inglés, pagar una multa sustancial, tener un trabajo por un número “x” de años, pasar por una investigación de antecedentes y pagar sus impuestos. Además, no se les daría prioridad en el proceso de solicitud y pasarían al final de la lista de espera de la solicitud. El último tema a abordar para la reforma migratoria sería la adaptación de inmigrantes ilegales en la sociedad americana. Se les deberá enseñar inglés y poder entender y vivir los valores americanos. Al adaptarse, los inmigrantes podrán alcanzar sus sueños, avanzar en sus carreras y contribuir con la cohesión de los Estados Unidos. Para ayudar a los inmigrantes a adaptarse mejor, algunas organizaciones de voluntarios brindan asistencia ofreciendo cursos de inglés y cívica entre otros.

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