La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, constantemente captura inmigrantes que han sido deportados anteriormente. Para muchos esta no es la primera vez, algunas veces es la tercera o cuarta deportación inclusive algunas más. Uno de estos individuos es José Ricardo García, quien ha sido deportado cuatro veces y el mismo número de veces ha estado en prisión en Estados Unidos. Sus cadenas anteriores incluyen entrada ilegal, robo de vehiculo, asalto y posesión de drogas. García vino de niño a Estados Unidos legalmente pero luego perdió su estatus legal. Cada vez que era deportado, se las arreglaba para regresar, al igual que muchos otros. Algunos de los inmigrantes que son deportados, especialmente los jóvenes, han vivido la mayor parte de su vida en Estados Unidos. Así que la probabilidad de que traten de ingresar nuevamente es alta. Están acostumbrados a la forma de vida estadounidense y algunos no hablan español fluidamente. Además, tienen a sus familias y amigos en Estados Unidos. Muchas veces, cuando la policía deporta individuos, los deja en la ciudad fronteriza. Hay otros que son enviados al centro de México o ciudades de igual distancia, pero la mayoría son dejados no muy largo de la frontera. Oficiales en la frontera mexicana expresan su preocupación por los inmigrantes que dejan en esas ciudades cercanas, ya que tienden a provocar mayores crímenes. Mientras que algunos inmigrantes regresan a su ciudad de origen, desilusionados en su intento de llegar a Estados Unidos, muchos otros continúan en la frontera esperando la oportunidad correcta para hacer otro intento de ingreso.

Algunos inmigrantes bandidos que han sido deportados, se quedan en Mexico o va a Centroamérica para reclutar a más miembros es sus tierras natales. El número de miembros de solo un grupo puede ser de cientos, y aterrorizan a las comunidades con sus negocios de drogas, robos y otros crímenes. En algún momento, muchos regresan a Estados Unidos. Agentes de la policía de la frontera, estiman que el 15% de los inmigrantes detenidos han cometido anteriormente algún crimen en Estados Unidos. Hoy en día el sistema penitenciario y el “U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE)”, son mas agresivos identificando inmigrantes ilegales o residentes legales con crímenes previos, logrando deportarlos luego de cumplir su sentencia. El “Secure Border Initiative” se introdujo en el 2005, pretendiendo lograr que el 90% de todos los reclusos federales y del estado nacidos fuera de Estados Unidos, fueran examinados cuidadosamente por el ICE para el otoño del 2008. En la segunda mitad del 2009, el ICE pretende haber chequeado de igual forma las grandes cárceles en todo el país. Para lograr estas metas, el presidente Bush ha solicitado cerca de $30 millones para el “Department of Homeland Security”, para que así el ICE pueda introducir 22 grupos adicionales que se enfocaran en el “Criminal Alien Program” (programa criminal extranjero). Desde 1996 se han corregido las leyes de inmigración facilitando deportar a residentes legales en Estados Unidos, que han cometido ciertos crímenes dentro de un tiempo particular o que han sido condenados por algún crimen. Otro cambio fue la expansión de acciones que fallaron bajo el término de “Crimen Grave”.

La patrulla fronteriza de Estados Unidos, ahora puede identificar fácilmente a inmigrantes con ofensas anteriores como de drogas y violencia, poniendo sus nombres en una base de datos federal. Un punto es igual a un crimen, así que un solo individuo puede tener múltiples puntos. Durante el año fiscal del 2006, cerca de 90,000 individuos fueron deportados debido a crímenes anteriores. La mayoría (cerca del 75%) de ellos fueron mexicanos. Aproximadamente de 1.1 millón de inmigrantes ilegales detenidos, 70.000 fueron agregados a la lista de puntos. A los inmigrantes que han sido deportados y vuelven a entrar a Estados Unidos y son descubiertos, les hacen un cargo criminal para poder identificarlos. En el pasado, simplemente los deportaban.

Los oficiales esperan que con términos más largos de prisión, muchos ilegales con crímenes de deportación sean descubiertos. No se puede negar, que aunque inmigrantes con historiales criminales tratan de ingresar nuevamente luego de ser deportados, también hay una minoría con historiales limpios. Continuamente se han hacen mejoras a través de la frontera Estados Unidos-México, y cada vez hay más agentes de la policía fronteriza sin embargo, esto no es disuasivo para muchos inmigrantes. Las condiciones que tienen en sus países natales es un incentivo muy pequeño, comparado con la oportunidad de una mejor vida en Estados Unidos sin importar los peligros que deban enfrentar en el su largo viaje.



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