Debido a la proximidad de México con los EE.UU. y la notable diferencia en la calidad de vida, no es difícil imaginar por qué muchas generaciones de mexicanos han cruzado ilegalmente la frontera. Vienen para alcanzar el sueño americano. Algunos se siente satisfechos con solo alcanzar una pequeña parte de ese sueño porque aún esto es generalmente mejor de lo que podrían lograr en su país. Durante los años 80 se dio un aumento significativo en la inmigración ilegal desde México y esta situación no se limitaba a una región específica, sino que venían de comunidades de todas partes del país. Aquellos de ciudades más grandes, como Guadalajara, Monterrey y Ciudad México no necesariamente tienen un estilo de vida mejor que los inmigrantes de ciudades o pueblos más pequeños; sin embargo, tienden a tener mayor acceso a oportunidades. Muchas de las personas que viven en pueblos pequeños se dedican a la agricultura o pequeños negocios para sobrevivir. El sueldo promedio de un mexicano es aproximadamente $4.15 la hora y los que se encuentran en la industria agrícola reciben aún menos. Si bien un individuo puede sobrevivir con ese sueldo él solo, se torna más difícil para aquellos con familias. Actualmente, cerca del 40% de la población mexicana está por debajo de la línea pobreza. El desempleo es cerca del 4% pero se estima que aproximadamente 25% de los que trabajan están desempleados.

Aun cuando se crean empleos, en muchos casos no son suficientes para satisfacer la creciente demanda de los mexicanos. Su pago es algunas veces tan bajo que no pueden cubrir las necesidades más básicas. Siendo así, muchos mexicanos de ciudades pequeñas y grandes encuentran a su vecino Estados Unidos extremadamente atractivo. Los tratados como el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (North American Free Trade Agreement) (NAFTA, por sus siglas en inglés) han traído a compañías americanas al país. No obstante, los empleos que han sido creados no son suficientes y muchos salarios son todavía relativamente bajos. Muchos sueñas con ir a lo que ellos llaman “el Norte” para hacer más dinero. Antes y durante los años 80, era más fácil cruzar ilegalmente la frontera. Los inmigrantes ilegales cruzaban el río y atravesaban la tierra con la ayuda de un “coyote” o estafador. Si durante su intento de cruzar la frontera son interceptados por las patrullas fronterizas de los EE.UU., son devueltos a suelo mexicano. La única intensión del “coyote” es llevarlos al otro lado de la frontera a cambio de una cantidad de dinero. Una vez que alcanzan su destino en suelo americano, se utiliza algún vehículo para transportarlos a otro lugar. Es aquí donde la familia y/o amigos los recogen y le pagan al “coyote”. Algunas veces, la cantidad es pagada por adelantado y otras se entrega un depósito al principio y el resto al finalizar el servicio. En ciertas ocasiones, el pago es entregado en su totalidad una vez que el servicio ha sido prestado. Estos individuos llamados “coyotes” por lo general conocen varios trucos para cruzar la frontera. Para muchos “coyotes” esto puede darles ganancias significativas. En el pasado, los “coyotes” y los individuos que ellos guiaban no tenían que esconderse de agentes de la patrulla fronteriza como lo hacen ahora. En este entonces había menos agentes de la patrulla fronteriza y la tecnología para detectar movimiento humano era limitada.

Recientemente, algunos inmigrantes ilegales y sus “coyotes” han recurrido a cruzar la frontera a través del desierto de Arizona. Esto se debe al aumento en seguridad a lo largo de la frontera México-Estados Unidos, cerca de California. Especialmente en los meses de verano, hay un aumento en los casos de inmigrantes ilegales que intentan cruzar este desierto y mueren deshidratados. Se han agregado más puntos de control con la patrulla fronteriza de los EE.UU. en el lado americano. Aquí, dichos agentes pueden detener un auto y pedir documentación que verifique la residencia o ciudadanía estadounidense. A lo largo de los años, se han implementado numerosas medidas de seguridad en y alrededor de la frontera México-EE.UU. Consecuentemente, se ha vuelto más difícil cruzar la frontera de manera ilegal. Los honorarios del “coyote” fácilmente están por el orden de varios miles por individuo. Muchos inmigrantes ilegales ahorran y/o piden prestado dinero para cubrir este monto. Están dispuestos a arriesgar sus vidas en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias. Una vez que un miembro de la familia, por lo general quien se gana el sustento, puede cruzar la frontera, tiene dos objetivos principales: enviar parte de sus ganancias de nuevo a su casa a sus familias y traer a miembros de su familia a los Estados Unidos. Eventualmente, esperan obtener la residencia permanente y posiblemente la ciudadanía estadounidense. No obstante, hay algunos inmigrantes ilegales con otros propósitos. Vienen con la única intensión de cruzar la frontera para encontrar un empleo que les permita ahorrar suficiente dinero para comprar una casa o establecer su propio negocio cuando regresen a México.



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