Para muchos cubanos, llegar a suelo americano es todo un sueño. Vivir en un país socialista bajo la dictadura de Fidel Castro ha traído más igualdad, pero también limitado a muchos. Estos individuos buscan más libertad política y una forma democrática de gobierno. Otros buscan vivir en una tierra de capitalismo donde hay menos restricciones y más oportunidades. Los cubanos que están contra Fidel Castro y viven en Cuba no tienen libertad de expresión y sus vidas pueden verse amenazadas si se atreven a hablar o formar grupos anti-Castro en su país de origen. Muchos cubanos buscan unirse con sus familias en los Estados Unidos. Algunas veces, acuden a contrabandistas que les cobran miles de dólares o incluso a fabricar botes o balsas domésticas para el viaje de 90 millas desde Cuba a Florida. Otros vuelan a países como México para ingresar a los EE.UU. por medio de ese país. No todos tienen éxito y los niños y adultos algunas veces terminan perdiendo sus vidas en su esfuerzo por llegar a suelo americano.

Con la ola drástica de más de 30,000 cubanos que intentaron ingresar a los Estados Unidos en el verano de 1994 se obligó a los gobiernos de EE.UU. y Cuba a trabajar sobre un acuerdo de inmigración. Cuba acordó mejorar su patrullaje marítimo para evitar que los cubanos abandonen su país. Si no lograran llegar a Florida y fueran interceptados por la Guarda Costera de los Estados Unidos, responsable de la vigilancia de las costas y mares de ese país, el gobierno cubano acordó que no tomarían represalias contra los cubanos que fueran retornados. No obstante, en realidad los cubanos son devueltos con algún tipo de penalización por parte del gobierno de Cuba, como la prisión. La regla general es que una vez que el individuo alcanza suelo americano, no aguas americanas, puede permanecer en los EE.UU. Esta política a menudo es llamada “política de pies mojados, pies secos” (wet foot, dry foot policy). No todos los cubanos que son interceptados antes de llegar a suelo americano son retornados a Cuba, hay algunas excepciones para esta regla. Por ejemplo, un cubano que esté escapando de la persecución política puede ser aceptado para asentarse en otro país que no sea los Estados Unidos, o posiblemente en los Estados Unidos.

En 1994, EE.UU. estableció una cuota de 20,000 visas de inmigrante por año para cubanos, de las cuales 5,000 provienen de un sistema de lotería. La lotería especial administrada por funcionarios americanos en la Habana le brinda a los cubanos residencia permanente en los EE.UU. Sin embargo, no se ha hecho todos los años desde su implementación en 1995. La lotería especial es muy buscada ya que las personas elegidas son sujetas a recibir asistencia para la Green Card y trabajo. Además, sus hijos pueden registrarse en el sistema de escuela pública. Uno de los mejores incentivos es que en un periodo de cinco años o menos, pueden ser elegibles para solicitar la ciudadanía de los Estados Unidos. No obstante, existen algunos requisitos sobre quién puede solicitar la lotería. Aquellos que soliciten deben tener al menos 18 años y menos de 55 años. Deben tener un mínimo de educación secundaria y haber trabajado por los últimos dos años. Después de ganar la lotería, los solicitantes deben tener y pasar una entrevista para la visa de inmigración como parte de un proceso de escrutinio. La entrevista es conducida por la Sección de Intereses EE.UU. Cubano (U.S. Cuban Interests Section) en la Habana y el solicitante debe también entregar los registros médicos y cualquier otro registro criminal. El propósito del proceso de escrutinio es asegurar que no se convertirán en una carga para el gobierno de los Estados Unidos. Los ganadores de la lotería pueden traer a su cónyuge e hijos que deben tener menos de 21 años.

A través de los años, ha habido muchos casos publicitados de cubanos interceptados antes de alcanzar la Florida, como el de Elian Gonzalez en el año 2000, un niño cubano que sobrevivió al viaje desde Cuba a Florida junto con otros dos cubanos en un neumático. Dos pescadores lo entregaron a los Guarda Costas de los EE.UU. y la custodia temporal de Elian se le entregó a su tío abuelo. Su madre y otras diez personas también emprendieron el viaje pero no sobrevivieron. Ella se había llevado al niño sin permiso del padre y eso terminó en un caso de custodia del niño entre los parientes de Elian en Miami y el padre en Cuba. El abogado de los parientes reclamaba que Elian Gonzales pudiera permanecer en EE.UU. bajo asilo político porque allí podría tener una mejor vida. Por otro lado, el gobierno cubano junto con el padre de Elian demandó que el niño fuera retornado a Cuba. La 11va Corte de Apelaciones de Circuito resolvió que el niño no podía solicitar asilo político porque era demasiado joven y por ende únicamente el padre podía tomar esa decisión. La Corte Suprema de los EE.UU. estableció que no aceptaría ninguna apelación para Elian Gonzales y se les ordenó a los parientes regresar a Elian a las autoridades americanas para que pudiera reunirse con su padre. Los parientes se negaron a entregarlo y se trajo a un equipo SWOT para tomar custodia del niño. Esta batalla política/custodia duró cerca de siete meses y fue ampliamente cubierta en los medios. No todos los casos de cubanos que huyen a los EE.UU. reciben esta amplia cobertura, pero esto ocurre continuamente. El sueño de muchos cubanos de llegar al suelo estadounidense siempre es el mismo.



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